Heimdal

Era el hijo de Odín y de nueve gigantas que lo amamantaron con sangre de jabalí. Tenía una vista muy agudizada, un oído muy fino y podía no dormir durante días sin ningún problema. Pero era mudo, su percepción de las cosas era tan grande que podía oír la hierba crecer y por esa razón le dieron el título y trabajo de guardián de los dioses, de Asgard y del Bifrost. Odín le regalo un cuerno llamado Gjallarhorn, el cual al sonar anunciaría el combate entre dioses y gigantes y tras ello llegaría el Ragnarok. Heimdal sería el último en morir en ella batalla y por ello era símbolo de poder. Se dice que para tenr a mano y bien guardado este objeto, solía colgarlo sobre su cabeza en una rama del Yggdrasil o lo sumergía en el manantial de Mimir. La leyenda cuenta que el dios bajo a la tierra y con tres mujeres engendro los tres linajes: Príncipes, súbditos y siervos.

El castillo de Heimdal, el Himinbjorg estaba en el punto más alto del Bifrost donde siempre recibía a los dioses y les daba hidromiel para agasajarlos.

Se le representaba con una brillante armadura blanca, por ello se le conocía como el dios brillante o de la luz. También se le conoció como el dios delicado, inocente e indulgente, algo que el merecía ya que era todo bondad y belleza y por ello los dioses lo amaban. Por parte de sus madres estaba conectado con el mar y por eso en ocasiones se le relacionaba con los Vanes.  Poseía también unos dientes de oro, que deslumbraban cuando el sonreía  y por ello le otorgaron el nombre de Gullitani (el de los dientes de oro) También tenía un caballo de crines doradas y muy veloz llamado Gulltop, con el que iba de un lado a otro.