167cdd23b84d80efa72fb34adc426d2cEra la diosa de la belleza y el amor, hermana de Frey e hija de Njörd y Nerthus, o Skadi. Era la diosa más bella y la más amada entre todas las diosas. Se la describía como una mujer bella de ojos azules y con un cuerpo bien proporcionado. Aunque era la diosa del amor, no era muy amante de los placeres, tenía gustos muy particulares y bajo el nombre de Valfreya solía ir al campo de batalla encabezando a las valquirias y luego pedía para ella la mitad de los héroes muertos. Por ello se la representaba con un casco, un corselete, un escudo y una lanza, aunque de cintura para abajo vestía ropas muy femeninas. Se llevaba a los héroes hasta Folkvang, donde se les atendía debidamente. Las esposas fieles y doncellas puras también iban con ella, para que pudieran gozar de la compañía de sus esposos y amantes tras su muerte. Las mujeres solían ir a la batalla tras la muerte de sus maridos, para ver si corrían la misma suerte que ellos, en ocasiones se tiraban en la misma pira funeraria de sus maridos, ya que la morada de Freya era tan seductora y acogedora que todos querían estar ahí.

También se la consideraba la personificación de la tierra y por ello se casó con Odur, un símbolo del sol veraniego, al que ella amaba y con quien tuvo dos hijas Hnoss y Gersemi. Tan hermosas que todas las cosas bellas se denominaban con sus nombres.

Si Odur estaba cerca de Freya esta era la más feliz de todas, pero él era un alma inquieta y no le gustaba estar siempre en el mismo sitio y por ello un día decidió irse a recorrer mundo. Esto dejó a Freya muy triste, tanto que no dejó de llorar. Se dice que sus lágrimas caían sobre las rocas llegando algunas a penetrar en ellas convirtiéndose en oro, y las que caían en el mar en ámbar. Un día se cansó de estar sin él y decidió ir en su búsqueda, por el camino iba interrogando a todos los que se encontraba y derramaba lágrimas por doquier y por ello había tanto oro por la tierra. Por sus viajes se la llegó a conocer con diversos nombres como Mardel, Horn, Gefn, Syr, Skialf y Thrung. Al final, Freya consiguió encontrar a Odur y al volver a estar junto a él pudo ser nuevamente feliz.

Los dos juntos volvieron a tomar rumbo a su casa y la luz de felicidad que desprendían hacía crecer la hierba a su paso, las flores brotaban y los pájaros cantaban, porque todos estaban en sintonía con la felicidad de la diosa. Por ello las más hermosas plantas y flores en el Norte eran llamadas “cabellos de Freya” o “rocío del ojo de Freya”, mientras que la mariposa era conocida como la “gallina de Freya”. Se decía que la diosa sentía un gran afecto por los elfos, le gustaba verlos danzar bajo la luna y solía guardarles para ellos las flores más hermosas y la miel más dulce.

Odur era considerado no solo personificación del sol, sino que también era un símbolo de pasión y de los más embriagadores placeres del amor, por ello se creía que Freya no podía ser feliz si no era a su lado.

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