Se trata de criaturas en el folclore japonés diversas y de todo tipo, desde por ejemeplo el malvado Oni hasta los Kitsunes, o incluso la pálida mujer Yuki-onna. Algunos poseen partes animales y/o partes humanas (ejemplo de ello son el Kappa y el Tengu). De forma general, los Yōkai tienen más poder que los humanos, y por ello, suelen actuar de forma arrogante con los mortales. Sus valores son distintos a los de los humanos, y cuando éstos van contrario a sus deseos puede llegar a conducir a la enemistad. Normalmente, son inmunes a los ataques de los humanos, aunque pueden acabar siendo derrotados por los monjes budistas que cuentan con la bendición de Buda, conocidos como Onmyōji

Otros yōkai evitan entrar en contacto con los humanos para evitarse problemas. Suelen vivir en lugares solitarios lejos de los focos de viviendas de humanos. En cambio, otros prefieren vivir cerca de ellos y encontrar una buena convivencia en paz. Ciertas leyendas relatan que los yōkai crecen junto a los humanos para tener han’yō (“Humanos mitad demonios”). La mayoría de estas leyendas comienzan como si se tratase de relatos de amor, pero su desenlace suele ser trágico debido a la cantidad de pegas que deben atravesar los yōkai y los mortales en sus relaciones.

Hay muchísima variedad de yōkai. Generalmente, el yōkai se trata de un término amplio, el cual se suele usar para agrupar a los monstruos y criatura sobrenaturales de forma genérica, incluyendo en ocasiones a seres del folclore europeo.

En Japón hay multitud de animales que, de acuerdo al folklore, tienen magia de forma innata. La mayoría de ellos modifican su aspecto y de forma común imitan a los humanos, especialmente a las mujeres. Algunos de los animales conocidos como Yōkai son los siguientes:

– Tanuki, (perro mapache)

tanuki animal

 

 

 

 

 

 

 

 

– Kitsune, (zorro)

Kitsune animal

 

 

 

 

 

– Hebi, (serpiente)

hebi animal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

– Mujina, (tejón)

mujina animal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

– Bakeneko y Nekomata, (gato)

Nekomata animal

 

 

 

 

 

 

 

– Inugami, (perro)

Inugami,

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

– Kamaitachi,(comadreja)

Kamaitachi

 

 

 

 

 

 

 

 

 

– Ōkami,(lobo)

Ōkami

 

 

 

 

 

 

 

 

 

– Suiko

Hay muchos de ellos, y algunos son tan extravagantes que no pueden encajar en una categoría concreta. Suelen ser la transformación de algún tipo de perversión o de seres que se encuentran en la vida diaria, o también un nuevo y completo distinto tipo de duende. Algunos ejemplos de ello son:

– Abura-sumashi: un goblin viejo, con aire satisfecho con cara de patata, que bebe aceite.

Abura-sumashi

 

 

 

 

 

 

 

 

– Ami-kiri: criatura que existe con el único propósito de cortar la red del mosquito.

Ami-kiri

 

 

 

 

 

 

 

 – Ushi-oni: demonio vaca que se representa a veces con el cuerpo de una araña gigante.

Ushi-oni (1)

 

 

 

 

 

 

 

Hay una serie de Yōkai que se trataba de mortales que acabaron transformándose en algo espantoso y grotesco, normalmente debido a emociones extremas como por ejemplo los celos. Un ejemplo de esto aparece en la película The Grudge.

Otros ejemplos son:

– Rokurokubi:  humanos capaces de alargar sus cuellos durante la noche.

Rokurokubi

 

 

 

 

 

 

 

 

 – Ohaguro-bettari: es una figura generalmente femenina que al mostrar su rostro presenta nada más que una boca ennegrecida.

Ohaguro-bettari

 

 

 

 

 

 

 

– Futakuchi-onna: una mujer con una boca extra sobre su cabeza.

Futakuchi-onna

 

 

 

 

 

 

– Kuchisake-onna: una mujer vanidosa al cual su marido le cortó la boca y la mató.

Kuchisake-onna

 

 

 

 

 

 

– Dorotabō: el cadáver viviente de un granjero que frecuenta su tierra.

Dorotabo2

 

 

 

 

 

– Hone-Onna (mujer esqueleto): una geisha que intento escapar de un burdel y fue asesinada.

Hone-Onna

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