Se trata de criaturas de la mitología japonesa, de forma parecida a los demonios u ogros en occidente. Son personajes comunes y famosos en el arte, los libros y el teatro en Japón.
Las formas que hay de representarlos varían, aunque es común hacerlo como si fuesen seres enormes con garras, pelo salvaje y algún cuerno emergiendo de su frente. Casi siempre tienen forma de humanos, aunque a veces se les muestran con rasgos sobrenaturales, teniendo muchos ojos o dedos de más. Su piel también varía de color, siendo lo más normal rojo, azul, negro, rosa o verde. 
Suelen vestir con pieles de tigre y llevar kanabō, es decir, garrotes de hierro.
Los onis se suelen mostrar como criaturas salvajes y fieras, aunque en algunos cuentos también ayudan a las personas benévolas.
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