Se trata de un fantasma sin aspecto, únicamente identificable por el sonido que emite: «beto beto», tratándose del sonido que causan las sandalias de madera pisando el suelo.
Aquellas personas que caminan de noche por las calles estando solas en ocasiones se topan con este Yokai. Es un espíritu inofensivo, aunque también inquietante. Le gusta caminar al mismo paso que la gente y las persigue, aproximando su paso al suyo cada vez más. Esto, para las víctimas, resulta perturbador, pues cada vez que se giran para comprobar quién está ahí se dan cuenta de que no hay nadie.
Como se ha dicho, este espíritu no es peligroso ni desea causar daño alguno. Cuando una persona se percata de que está siendo perseguida por él, con apartarse a un lado del camino y decirle «Después de ti, Betobeto-san» es suficiente para librarse de él. Los pasos seguirán hacia delante y se diluirán en el horizonte, permitiendo a la persona caminar tranquila.
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