Era un ser sobrenatural, el cual podía adoptar la forma de diversos animales, y que acompañaba a los humanos. Se creía que la forma de esta criatura encajaba con el carácter o el tipo de vida de la persona a la que se ligaba y que podía ser el alma que salía de sus cuerpos y tomaba esa apariencia.
Por ejemplo, un guerrero podía tener como Fylgja un lobo o un oso. Estas solo aprecian en los sueños de la persona, aunque se contaba que si esta se te aparecía estando despierto era un augurio de muerte segura. Un hombre guerrero tenía por ejemplo un lobo o un oso por Fylgja. Éstas solo se manifestaban durante el sueño, pero las leyendas relataban que podían aparecer cuando una persona estaba despierta y que verla era un presagio de muerte.
Pero si estas se presentaban con el aspecto de una mujer en vez de un animal, se les consideraba como espíritus guardianes y eran llamados Hamingja.
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