Este ser es la versión local del mito del Pontianak y es uno de los vampiros más terroríficos del país. A diferencia del Pontianak este ser posee el cuerpo de la gente y la devora desde dentro poco a poco. En este caso el vampiro se crea por la muerte de la mujer dando a luz y la muerte del bebe también y tras cuarenta días de su muerte vuelve a la vida. Se la describe con los ojos rojos, unas garras muy afiladas, un pelo largo y vestida con una túnica verde o blanca, su cara esta podrida y tiene unos colmillos afilados y posee la capacidad de volar. Las leyendas cuentas que posiblemente tuviera un hueco en la parte trasera de la cabeza  la cual usaba para succionar la sangre. Creían que si alguien ponía el cabello de este en el agujero o le cortaba las garras volvería a ser humana. Vivian en los arboles plataneros y si una persona ataba un hilo proveniente de este árbol a la pata de su cama el vampiro pasaría a ser su esclavo.  Para evitar que las mujeres que morían en el parto volviera como este ser, en el enterramiento la gente metía perlas de vidrio en la boca, bajo las axilas les colocaban huevos y en las palmas de las manos las clavaban agujas.

 

 

 

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