Los Drows o también llamados Elfos oscuros, se dice que su origen está en los Dökkálfar de la mitología nórdica, que residen bajo tierra en Svartálfaheim.
En Reinos Olvidados se les describe como criaturas malvadas subterráneas descendientes de los Elfos del bosque, que al declinarse por las fuerzas del mal fueron expulsados hacia las cuevas del subsuelo.
Se les caracteriza por tener el pelo blanco, la piel negra como obsidiana y ojos rojos, amarillos o violetas (aunque estos dos últimos son muy infrecuentes). El color de los ojos es debido a que poseen visión infrarroja, también llamada infravisión. Además tienen poderes mágicos y resistencia a la magia de forma innata. Como contrapartida, son débiles a la luz del día debido a que su existencia está ligada a la oscuridad de la profundidad de la Antípoda Oscura. Además las armas Drow (normalmente fabricadas con Adamantita) pierden lentamente sus propiedades mágicas si se exponen a la luz solar. Los semi-Drows son mestizos de Drow y humano y comparten características de ambos, teniendo bien presente que los hijos nacidos de Drow y Humano suelen deberse a agresiones sexuales por parte de los Drow hacia las humanas.
Los Drows son extremadamente inteligentes, ágiles, carismáticos y diestros, pero tienen cierta fragilidad física al igual que los Elfos de la superficie. Como raza son diabólicos, rastreros, estafadores, mentirosos, capaces de vender a su propia madre al Diablo para sacar beneficio propio. Los varones Drow están relegados a funciones de prácticamente nula relevancia dentro de la sociedad, lo que implica que sus cotas de poder se limitan a convertirse en los mejores magos, guerreros o exploradores, siendo en definitiva los mejores mercenarios de la sociedad, siempre que no opten por la vida contemplativa y se conviertan en simples mercaderes. Por otra parte, la actividad de la sociedad Drow bulle en torno a las mujeres, las cuales pueden obtener la posición social que deseen dentro de la misma. Si bien es cierto que la mayoría se dedica al culto de la diosa Lloth convirtiéndose en sacerdotisas, no es extraño encontrarse mujeres que practican la magia o entrenadas para la batalla cuerpo a cuerpo.
La mayoría de los Drow, sobre todo aquellos expertos en el arte de la batalla, poseen poderes tales como el Globo oscuro, el Fuego fatuo o Feérico y poderes de Levitación proporcionados por las insignias de rango de sus respectivas Casas.
Los Drow odian a sus primos de la superficie, los Elfos, ya que los consideran unos débiles traidores, aunque hay que tener en cuenta que los Drow consideran débiles a cualquier raza no Drow.
La sociedad Drow es matriarcal. Las mujeres poseen una mayor constitución física que los varones, lo que las hace más altas y fuertes que estos. Desde que los Drow se desterraron hacia los confines de la Antípoda Oscura han regentado el poder dentro de la sociedad. La mayoría de los Drows varones sienten miedo de las hembras, que los tratan con crueldad y a su capricho debido a su posición claramente marcada tras las mismas. Estos deben respeto a las hembras, y cualquier mínima irreverencia hacia ellas puede ser castigado con torturas estremecedoras. Una expresión común entre las mujeres es – no eres más que un simple varón -.
Como Drow, los varones aspiran a alcanzar las máximas cotas de poder, pero dado el sistema fuertemente matriarcal, estas aspiraciones se ven frenadas drásticamente y se reducen a luchar por ser el mejor en aquello en lo que basan su vida: esto es siendo mago, guerrero, mercenario,… Afortunados sólo aquellos que bajo los caprichos de las hembras son requeridos para aconsejar en ciertas situaciones, pero que, obviamente, no recibirán ningún reconocimiento, dando gracias de seguir con vida, por no haber errado en el mismo. El hechicero más poderoso, y siempre bajo el respaldo de la casa principal, puede llegar a convertirse en Archimago de la ciudad, lo que le convierte a ojos de los demás en el Hechicero con más conocimientos de lo arcano, y en definitiva le sitúa como objetivo a batir, ya que todos aspiran a ocupar su puesto. Como anécdota en la ciudad de Menzoberranzan, el Archimago es el encargado de proporcionar de luz mágica diariamente a una gran estalagmita, conocida como pilar de Narbondel situado en el centro de la ciudad, que tiene la misión de indicar el paso del tiempo a los Drow, en función de cómo vaya ascendiendo la luz por el mismo.
Se trata de una sociedad altamente jerarquizada, en la que las Casas definidas por familias Drow, están ordenadas según su poder dentro de la misma.
Una Casa Drow está compuesta por una madre matrona cleriga de Lloth, que es la que ostenta el poder dentro de la misma. Podríamos situar en la misma posición al Patrón de la casa, pero este está sujeto al capricho de la matrona, la cual, y como si de una viuda negra se tratara, despacha al mismo cuando este no le es de utilidad. A continuación nos encontramos con los familiares directos, cualquiera que tenga cierto parentesco con ella. Estos son considerados nobles dentro de la casa, poseyendo mayor rango cuanto mayor sea el lazo de sangre existente con la matrona. Aunque debemos de tener siempre presente que las hembras están por encima de los varones. De todos estos nobles, el varón más diestro en el combate es el Maestro de Armas de la Casa. Finalmente, nos encontramos a los guardias de la casa y en última instancia a los esclavos: Drows y razas inferiores como los orcos, kobolds, ogros.
El método que tiene una Casa alcanzar un nuevo puesto dentro de la Sociedad es haciendo que desaparezca la Casa situada un escalón por encima en la jerarquía. Esto se consigue con una guerra encubierta. La Casa que busca avanzar en el poder, lanza un ataque inesperado contra la Casa a batir, esperando a la situación propicia. Una guerra tan peculiar como lo exige el guion en la sociedad diabólica Drow, en la que todas las Casas se vigilan continuamente ya que son cautas y temerosas de todas aquellas Casas situadas por debajo del escalafón de poder en el que ellas se encuentran, es algo imposible. Por eso, se define dentro de la legalidad para derribar a otra casa, el erradicar a todos y cada uno de los miembros de la nobleza de la Casa atacada. Considerándose el no dejar testigos directos, es decir, testigos atacados, como condición única y necesaria para que tal masacre no constituya un delito, y considerándose, no como la matanza de la Casa, si no como si aquella nunca hubiera existido. Esto conlleva, que si sobrevive el noble de menor rango de la casa para narrar el ataque, la Casa atacante se vea condenada a su propia desaparición. Tal ejecución es llevada a cabo por las casas conformantes del Consejo Regente. Los demás miembros de la Casa Atacada, es decir, soldados, esclavos y posesiones, pasan a engrosar a la Casa ganadora, convirtiéndola en más poderosa.
La diosa principal de los Drows es Lloth, también conocida como Lolth o Reina Araña. Es una diosa diabólica caracterizada por promover el caos entre sus fieles. Suele adoptar la forma de una increíble araña o de una mujer Drow de bellísimas facciones. Las arañas son sagradas y matar a una se castiga con la pena de muerte. Estos sagrados arácnidos proliferan por todas las ciudades Drow, así que evitar pisarlas se convierte en una ardua tarea. Todo Drow que profese culto a otro dios es considerado como hereje y traidor, y el conocimiento de este factor por parte de la Regencia de la ciudad supone la condena a muerte del mismo.
Las sacerdotisas de Lloth son exclusivamente mujeres nobles. Obtienen su poder clerical de la comunión con su Diosa mediante plegarias hacia ella. Para convertirse en sacerdotisas necesitan una preparación de décadas, dedicadas exclusivamente al culto caótico de Lloth. Al frente de Arach-Tinilith se encuentra la suma sacerdotisa, aquella que recibe el favor de la Diosa por encima de las demás, y que se trata de la primera sacerdotisa de la Casa Regente. El uso de látigos de serpientes con venenos mortales (látigo cuyas extremidades son cabezas de serpientes) está reservado a sacerdotisas de alto rang
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