Los enanos nórdicos o Dvergar, son seres de la mitología nórdica, asociados con las piedras, lo subterráneo, la muerte, la suerte, la magia y la tecnología, especialmente la forja. Aunque etimológicamente Dvergar hace referencia a «enanos», el concepto nórdico de Dvergar a menudo se diferencia del concepto de «enanos» en otras culturas. Por ejemplo, los enanos nórdicos son originalmente de tamaño humano. No son descritos como los pequeños hasta el siglo XIII, cuando comenzaron a aparecen en las sagas legendarias, a menudo como un elemento humorístico. La verdad es que estas criaturas de la tradición escandinava eran concebidas como capaces de cambiar la forma y el tamaño de su cuerpo a voluntad, de ahí el nombre, que algunos han propuesto traducir como «Tuergos», en lugar de «tuertos» o «enanos».
En la sección Dvergatal, de Völuspá se divide a los enanos en lo que puede ser tres tribus, primero las lideradas por Mótsognir su primer líder, en segundo lugar por Durin y por último por Dvalin. En Hávamál se menciona que Dvalin llevó la escritura rúnica a los Dvergar.
Los textos nórdicos describen el color de la piel pálida, como un cadáver el color de su pelo es negro y su aspecto y complexión cadavéricos.
Aunque los enanos en ocasiones son llamados «negros», en nórdico antiguo esto hace referencia al color de su cabello, no al de la piel. Para describir una piel oscura en nórdico antiguo se la definía como una piel de color «azul», expresión que deriva de la apariencia de los cadáveres. Esto se puede comparar con otros enanos cuyos nombres hacen referencia a su piel pálida de apariencia cadavérica, como Dáinn (‘el muerto’) y Náin (‘el cadáver’).
Son grandes artífices, inteligentes e industriosos, y entre otras maravillas, crearon el martillo Mjolnir para Thor, la lanza Gungnir para Odín, el anillo mágico Draupnir, y el navío Skíðblaðnir. El collar Brisingamen de Freyja, la cadena Gleipnir, que ata al lobo Fenrir, y el jabalí dorado de Freyr, Gullinbursti, son otras obras suyas.
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