La Dimetiltriptamina o DMT se encuentra de forma normal en la naturaleza. Muchas culturas, indígenas y modernas, ingieren DMT como psicodélico, en extractos o en forma sintetizada.

Está presente en diversos géneros de plantas de origen europeo o asiático como Acacia, Anandenanthera, Mimosa, Piptadenia, Virola, Syrian rue y en algunas de las plantas sudamericanas con las que se prepara la cahoba, el yopo y la ayahuasca como Psychotria viridis, Psychotria carthaginesis, B. rusbyana etc.

Cuando se refina, es un sólido cristalino de color blanco. Sin embargo, la DMT que se encuentra en el mercado ilícito es comúnmente impura y puede aparecer en color amarillo, naranja o salmón, a menos que se haya tomado especial atención en eliminar estas impurezas.

 

La DMT no tiene actividad cuando se administra oralmente a menos que esté acompañada de un IMAO (inhibidores de la monoamino oxidasa), como sucede en el caso de la ayahuasca. Puede ser inyectada por vía intravenosa, aunque lo más común es fumar el alcaloide puro o aspirarlo por la nariz en algún polvo fino hecho con plantas del amazonas como el yopo. 

Las dosis bajas cuando la aspiras o la fumas van de 30 a 40 mg; las medias de 50 a 70 mg; y las altas de 80 a 100 mg. Cuando la tomas Inyectada 0.4 mg/kg es una dosis alta, 0.3 mg/kg una dosis media y 0.2 mg/kg una baja.

Debido a la particularidad de sus efectos, es difícil adulterarla.

Una curiosidad es que la DMT es una sustancia prohibida, a pesar de encontrarse en el cerebro, suena un tanto ilógico ¿no?

La DMT no causa adicción ni dependencia física. Sin embargo es común que haya un periodo inicial, la llamada “luna de miel”, cuando la persona quiere usarla muchas veces. Esto generalmente viene acompañado por una obsesión psicológica, en que la persona continuamente piensa sobre la DMT. Hay que considerar un par de puntos antes de consumirla:

– Consideraciones respecto al ambiente: debe de ser agradable, amigable y seguro. Para la DMT fumada, se recomienda silencio y oscuridad o luz suave y indirecta, y cerrar los ojos para poder profundizar en la experiencia

– Consideraciones respecto al estado de ánimo: es muy importante que la persona no esté pasando por un mal momento personal, y que inicie la experiencia con una actitud positiva.

No se considera delito el propio consumo, pero en España está sancionada la posesión en la vía pública.

 

Efectos

Los efectos de la DMT dependen de la forma de ingestión:

Oralmente:  los efectos duran de 2 a 5 horas, y se asemejan (pero también se difieren) a la psilocina/psilocibina de las setas, al LSD y a la mescalina de los cactus peyote y San Pedro. Muchas veces la experiencia es introspectiva, y uno suele reflexionar sobre su vida, sus acciones, el mundo en general, etc. También son comunes las alteraciones de la percepción en general, sensibilidad a la luz y sonidos, distorsiones visuales con los ojos abiertos y visiones de diferentes tipos con los ojos cerrados.

Fumada: tienen una duración de 10 minutos, y pueden ser muy intensos. Generalmente es una experiencia muy visual, y  diferente de cuando se ingiere oralmente, es más impersonal. El contenido de la experiencia a menudo parece ir más allá del individuo que la consume. Las visiones pueden tener un carácter geométrico/fractal pero también es común la sensación de encontrar diferentes formas de vida o seres. Según muchos usuarios es imposible expresar la experiencia en palabras. Es una experiencia muy fuerte, generando una fascinación y respeto por los usuarios, que consideran de extrema importancia utilizarla con cuidado en contextos seguros.

Efectos secundarios

Durante la subida puede aparecer cierta ansiedad y/o confusión. Es importante mantenerse tranquilo ante estas sensaciones (suelen ser pasajeras).

En personas con cierta predisposición a trastornos psicológicos o si se han vivido experiencias traumáticas, aunque sea hace tiempo, el consumo de DMT puede hacer que se revivan de forma muy desagradable. Esto puede desencadenar episodios de psicosis y disociaciones.

Otros de los posibles efectos secundarios son:

Náuseas

– Nerviosismo

–  Ansiedad

– Frío o calor