Se trata de una princesa japonesa ascendida a la categoría de diosa en la mitología japonesa, a la que consideraron fundadora del Santuario de Ise, sitio en el que se rinde culto a Amaterasu, la diosa del sol. Se dice que vivió entre los siglos I a.C y 1 d.C. De acuerdo al mito, se trataba de la cuarta hija del Emperador Suinin, el cual era el undécimo Emperador de Japón; a su vez, fue tía del príncipe Yamatotakeru.
Desde la subida al trono del Emperador Jinmu, quien fuera el primer emperador de Japón enn siglo VII antes de Cristo, hasta el Emperador Sujin, décimo emperador (mediados del siglo I a. C.), Amaterasu era venerada en el Palacio Imperial en Yamato. Después de varios sucesos traumáticos que azotaron al país, decidieron mover el lugar de veneración temporalmente a la cuenca de la prefectura de Nara. Sin embargo, a finales del siglo I antes de Cristo, el Emperador Suinin, el undécimo emperador, mandó a su hija, Yamatohime-no-mikoto, buscar otro sitio donde situar de forma fija su veneración.
La princesa marchó desde el monte Miwa y viajó durante veinte años por las provincias de Mino y Ōmi, hasta que finalmente acabó en la provincia de Ise, lugar en el que oyó la voz de Amaterasu pidiéndole vivir para siempre en ese sitio lleno de naturaleza. Por eso, la princesa fundó aquí Naikū, el Santuario Interior de Ise.
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