Se trata de una variedad de espíritu. Defiende a los hogares y a sus residentes de todo tipo de peligro, garantizando felicidad y abundancia. Su apariencia es la de un niño de 6 años de edad, con un pelo ondulado y rostro enrojecido. El niño puede ser un chico o una chica, aunque se le suele considerar niña. Se halla en casas antiguas y grandes.
Se cuenta que un Zashiki-warashi, cuando reside en un hogar, atrae consigo buena suerte, mas si se marcha, el sitio decae por completo. Para poder mantener al yōkai en la casa, se tiene que sentir querido y cuidado de la misma forma en la que una persona adulta cuidaría a un niño. Se trata de un niño de forma innata, el cual tiene propensión a jugar de forma inocente aunque en ocasiones a realizar alguna travesura. Podrían sentarse en el lugar favorito de un residente, mover las almohadas o imitar sonidos como la música del kagura. En ocasiones, dejan huella por la casa como si fuera ceniza. Hay diversas versiones respecto a quién puede ver el Zashiki-warashi; esto se suele limitar a los residentes del hogar, en especial los niños.
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