6bb0794bd980a11afe73eee519b6ea9bSe les conoce por tener una inteligencia grandiosa, una extensa longevidad y poderes mágicos. Se trata de un yōkai, es decir, un espíritu, y la palabra que lo define se puede traducir como «espíritu de zorro». Esto no significa que se trate de fantasmas, sino que los japoneses suelen utilizar la palabra espíritu para indicar un estado de conocimiento o iluminación, ya que dicen que todos los zorros que tienen una vida larga acaban obteniendo poderes sobrenaturales.

Hay dos clases de kitsune: los zenko, que se trata de zorros benévolos y divinos asociados con el dios Inari, a los que a veces simplemente se les llama zorro de Inari, y los yako (zorros de campo), quienes son salvajes y su personalidad es traviesa o a veces malvada.

Luego, dependiendo de la tradición del lugar, agregan más clases de kitsune. Un ejemplo de ellos es el ninko, que se trata del espíritu de un zorro invisible que los humanos sólo pueden sentirlo cuando son poseídos por él.

Otra tradición encasilla a los kitsune en trece tipos dependiendo de la clase de habilidad supernatural que tiene el kitsune.

Respecto a su físico, los kitsune destacan por el montón de colas que tienen, llegando incluso a poder poseer nueve colas. En general, cuanto más colas tienen más indica que longevo y poderoso. En algunas leyendas, se dice que un zorro obtendrá más colas una vez haya cumplido el milenio. En general, los más comunes son los kitsunes de una, cinco, siete y nueve colas.

Después de que un kitsune consigue su novena cola, su pelaje torna blanco o dorado. Los zorros de nueve colas, también llamados kyūbi no kitsune, poseen la facultad de ver y oír cualquier cosa que sucede en el mundo. Otras historias le atribuyen sabiduría infinita, esencialmente omnisciente.

Un kitsune puede adoptar el aspecto de un humano una vez crece hasta una edad puntual, la cual suele rondar los cien años aunque otras leyendas dicen que a los cincuenta. Como condición para que puedan transformarse, el zorro debe colocarse juncos, una hoja grande o una calavera sobre su cabeza. Los aspectos que puede adoptar un kitsume varían desde mujeres hermosas, chicas jóvenes o ancianos. Los aspectos no están limitados ni a la edad o el sexo del zorro, sino que es a su voluntad, pues incluso pueden imitar el aspecto de alguien en específico, aunque en general se dice que se convierten en mujeres hermosas. Antiguamente, había una creencia popular en Japón en la que si se encontraba una mujer a solas, sobre todo en el anochecer o durante la noche, podía llegar a tratarse de un kitsune.

En otras historias, los kitsune no pueden ocultar sus colas cuando se transforman en humanos. El hecho de que su cola aparezca cuando un kitsune bebe o se descuida era una forma de identificarlos. Otra característica es que aun siendo humanos poseían algún rasgo similar al zorro, ya fuera que tienen ojos de zorro, alguna garra afilada, un pelaje fino, su sombra tuviera forma de zorro o su reflejo revelase lo que eran. El término kitsune-gao (el cual significa de forma literal»cara de zorro») se refiere a las mujeres humanas que poseen un rostro angosto con ojos muy juntos, cejas delgadas y pómulos destacados. De forma tradicional, este tipo de rostro se considera atractivo, y en algunas historias se le atribuyen a los zorros con aspecto de humano. Los kitsune tienen miedo y desprecio a los perros, inclusive en su forma humana, y algunos se inquietan ante su presencia hasta el punto en que se transforman en zorros y huyen. A su vez, una persona devota puede llegar a reconocer la identidad del zorro al momento.

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