hitotsume_kozo_pocket_by_verreauxSe muestran como si fueran infantes de unos diez años de edad, de forma similar a monjes budistas. En cambio, su aspecto más significativo es el hecho de poseer únicamente un ojo gigantesco en mitad de su rostro.

Se trata de criaturas relativamente benévolas que con simplemente con correr detrás de los humanos a asustarlos son felices. También se dedican a pedirle a las personas ruidosas que se callen. Aun con todo, muchas personas creen que un encontronazo con uno de estos seres es un mal presagio. Es por esto que los más supersticiosos ponen cestas de bambú frente a sus casas, ya que de esta forma consiguen ahuyentarlos.

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