En algunas tribus de Nueva Guinea se le consideraba como un brujo. Estos seres se bebían la sangre y se comían los órganos de sus victimas y luego rellena los cuerpos con hojas y hierbas. También se creían que se comía el alma de las personas. Lo mas raro de todo es que las victimas una vez rellenas con las hijas, volvían como zombis a sus casas convertidos en zombis donde por una supuesta misteriosa enfermedad caen enfermos. Si la victima es capaz de decir el nombre del Suangi que le ataco, los familiares pueden matarlo y comerse su cuerpo ya que creían que así liberaban el espíritu de la persona.

 

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