Proviene de Japón, es un espíritu que se asemejaba a los vampiros por su apetito por la sangre y la carne, solo que este se alimentaba siempre de cadáveres y si tenían mucha hambre podían incluso llevarse el ataúd. Por esta razón antiguamente cuando alguien fallecía se le ponía un vigilante en su velatorio montando ruido para que el Kasha estuviera alejado.

 

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