Se cree que era hombre aunque la mayoría de las veces su apariencia era la de una mofeta o un hurón. Cuando se oyen sus aullidos significa que algún niño va a morir. Estos y los fetos son su alimento preferido, a parte de la leche materna. Habita en una casa en un árbol en la selva, cerca de los pueblos y aldeas y sale en las noches. Solo los perros adiestrados por los hechiceros son capaces de detectarlos y para expulsarlos de las aldeas a las que ataca se necesita de un maestro hechicero. Este ser puede ser esclavizado y se entrega de generación en generación a las familias. Para mantenerlo esclavizado se le mete en un Tabong (un recipiente de bambú) protegido por un montón de hechizos. Mientras esta esclavo y en el tarro  es alimentado con huevos y si no se le alimenta lo suficiente se puede volver en contra de su amo. Quien posea a este ser puede mandarlo a hacer daño a otras personas las cuales con el tiempo acaban muriendo por una misteriosa enfermedad.

 

 

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