Era el espíritu de una persona muerta. Las leyendas cuentan que poseía diversas formas, en ocasiones era un humano sin rostro y otras podía transformarse en un ser querido que ya estuviera muerto. Cuando tiene forma humana es fácil identificarle ya que no posee ombligo. Se le solía asociar con el murciélago ya que salía en las noches a comer guayaba, aunque también solía salir a seducir mujeres que andaban solas en la noche. 

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