Helheim o Hel, es conocido como el reino de la muerte y se encuentra en la parte más profunda, oscura y lúgubre de Niflheim, uno de los nueve mundos.

Helheim el Reino de la Muerte

Estaba gobernado por Hela, monstruosa hija de Loki, y la entrada era custodiada por un perro conocido como Garm. Helheim y Niflheim suelen relacionarse como el mismo mundo, pero esto no es así: Niflheim es el reino del frío, el hielo y la oscuridad, principalmente, y, aunque también son propias en él, la muerte y la perdición, donde se dan estas dos últimas específicamente es en Helheim, la capital de la muerte (por decirlo de alguna manera).

En este mundo terminaban los que habían muerto por enfermedad o vejez, y una vez se entraba en él ni siquiera los dioses podían salir, a causa del interminable, inagotable e intransitable río Gjöll, que lo rodeaba.

Por supuesto todos los criminales irán al Helheim, pero para estos hay unas áreas especiales. Unas sala dentro de Helheim  llamada Nastrand (playa de cadaveres) también llamada Naströnd y Nastrandir.

En Nastrand como en el resto del Helheim el sol nunca brilla y los puertos de la sala se abren todos hacia el norte. Las paredes están cubiertas con serpientes que miran todas hacia adentro, escupen sin parar veneno así que esto fluye en torrenciales por la sala y llena todo con vapores venenosos. El Nastrand tiene similitud con el infierno, según las creencias cristianas.

Gjöll es uno de los once ríos tradicionalmente llamados Élivágar(son ríos que existían en Ginnungagap en el comienzo del mundo). Se origina en las fuentes de Hvergelmir en Niflheim, fluyendo a través de Ginnungagap, y de ahí a los mundos existentes. En Helheim, Gjöll es el río que fluye más cerca de las puertas del infierno y sobre él está el puente Gjallarbrú, el cual fue atravesado por Hermód cuando este buscaba recuperar a Baldr de la tierra de los muertos. Gjöll es un río de aguas heladas y por él fluyen cuchillos. Gjöll es también el nombre de la roca a la cual fue atado el lobo Fenrir.

Ginnungagap: era el vasto abismo que existía entre Niflheim y Muspelheim antes de la creación. Era tan profundo que ningún ojo mortal alcanzaba ver el fondo. Al norte de éste yacía el intenso frío del Niflheim, al sur, el insufrible calor del Muspelheim. Al principio de los tiempos, los dos se encontraban en el Ginnungagap; y donde el calor tocaba la escarcha, las gotas de esta se derretían y formaban la sustancia eitr, que se aceleró en vida en la forma del gigante Ymir, el padre de todos los gigantes de la escarcha.

Gjallarbrú: es un puente que permite atravesar el río Gjöll en el infierno y que debe ser cruzado para llegar a Helheim. Se describe como un puente «cubierto de oro reluciente».

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