Son pequeños genios bondadosos y amables con un rostro angelical y alas verdosas grandes. Sus ojos también son verdes. Viven en las nubes rojas del horizonte cuando el sol se va sobre el mar. Se les considera lo contrario a los Nuberos.

Leyendas y creencias: Cuando un pescador anciano o cansado se halla en peligro estando en el mar, susurra un verso para pedirles ayuda a los Ventolines:

«Ventolines, ventolines,

Ventolines de la mar:

Este viejo está cansado

Y ya no puede remar».

Entonces, se muestra una aglomeración de pequeños genios que se asemejan a los ángeles, de alas grandes verdosas, los cuales soplan las velas de la barca y con una brisa amigable les acercan a tierra firma. A su vez, con sus alas protegen al pescador del frío o incluso la carga de pescado que lleve consigo.