Es un anciano de pelo largo con una melena de color roja, vistiendo un hábito blanco de pintas moradas. En su frente lleva pintada una cruz verde junto a llaves y candados. En su hombro derecho cuelga una pequeña cartera de un color grisáceo y bajo su otro brazo lleva un cofre de oro con ornamentación de plata. Camina lentamente, y se desconoce su origen o el lugar al qe se dirige.
Leyendas y creencias: Se enfurece cuando los mortales malgastan su dinero en fiestas. Es un gran consejero tanto para los pobres como para los ricos. Si alguien acaba arruinándose por gastarlo en alguna juerga o vicio, y por vergüenza, culpabilidad o tristeza se va al monte, el Arquetu se apiada de la persona y, después de reprenderle por su comportamiento, lo consuela y le entrega parte de su riqueza tras abrir su arquita. Tales monedas las entrega con el propósito de que las invierta en su trabajo para así proliferar. Sin embargo, si la persona lo gasta en vicios de nuevo, el Arquetu lo castiga condenándolo a pasar el resto de su vida mendigando en los caminos.