El khat es un estimulante vegetal que al ser mascada, producen en la persona una sensación de alegría, de liberación, acompañada de extrema locuacidad, risas y finalmente degenera en un estado de semicoma. Se trata de la planta con las propiedades psicoestimulantes más potentes que se conoce hasta el momento. Sus principios activos son los alcaloides psicotrópicos (catina y catinona).
Quienes lo consumen tienden a usar entre uno y dos manojos por cada sesión, que dura entre cuatro y seis horas.
En las principales áreas donde se produce, en Kenia, Yemen y Etiopía, masticar khat es visto como una ayuda para la contemplación religiosa y como medicina.
Usado de manera permanente, puede desembocar en un caso de delirium tremens.
Efectos
Los dos principales estimulantes que se encuentran en la planta de khat tienen un efecto algo menos fuerte que las anfetaminas. Los efectos comienzan a disminuir después de 2 o 3 horas, pero pueden durar hasta 24 horas.
Tras mascar sus hojas por algunas horas los usuarios dicen sentirse relajados. El usuario también experimenta un aumento en la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Puede causar insomnio y confusión temporaria.
Al final de una sesión de khat, el usuario puede experimentar estado de ánimo depresivo, irritabilidad, pérdida de apetito y dificultad para dormir.
A pesar de lo dicho por algunos medios, sus efectos poco tienen que ver con los de la cocaína y su uso moderado no plantea problemas, siendo esa la razón por la que el Reino Unido optó por no prohibirla, pero su abuso sí puede acarrear problemas para el consumidor.
Efectos secundarios
Hay varios efectos físicos adversos que han sido asociados con un uso fuerte o a largo plazo del khat, incluyendo el deterioro dental y enfermedades de las encías; trastornos gastrointestinales como estreñimiento, úlceras, inflamación estomacal y mayor riesgo de tumores de la parte superior gastrointestinal; y trastornos cardiovasculares como un latido cardiaco irregular, disminución del flujo sanguíneo e infarto miocárdico. También hay evidencia epidemiológica de una asociación débil entre el uso crónico del khat y trastornos mentales.
Aunque no existe evidencia de que el khat causa enfermedades mentales, los síntomas en personas con problemas psiquiátricos pre-existentes pueden empeorar cuando mascan khat
No está claro si el khat causa tolerancia, dependencia física, adicción o síntomas del síndrome de abstinencia, pero sí se han reportado pesadillas y un temblor leve a los pocos días de haber dejado de masticarlo.