Un Guiverno (del inglés Wyvern, también escrito Wivern) o dragón heráldico es una criatura alada legendaria con cabeza de dragón, del que se decía que exhalaba fuego o que poseía un aliento venenoso, un cuerpo de reptil, dos patas o en ocasiones ninguna y una cola con púas. La supuesta variante marina tenía una cola de pez en lugar de la cola espinosa de dragón. Tienen un tamaño de unos 6 metros de largo y unas alas de murciélago enormes. Su cola tiene un aguijón muy parecido al de un escorpión y sus ojos son de un rojo intenso.
A menudo se confunde la figura del Guiverno con la de un dragón, al que se suele representar con cuatro patas y un par de alas, en lugar de las dos patas y el par de alas del Guiverno.
Intelectualmente son bastante inferiores a sus primos, los grandes dragones, ya que no cuentan con la gran inteligencia de éstos. Tampoco su vuelo es tan ágil como el de un dragón, de hecho, un Guiverno no puede volar con una criatura de peso considerable.
Como cazadores son verdaderamente astutos. Cuando encuentran a una posible víctima la vigilan con sigilo, evitando que su sombra caiga sobre la presa. Finalmente se lanzan en picado, en completo silencio, de manera que su víctima no tenga ninguna posibilidad. Cuando hay poco alimento, los Guivernos suelen formar pequeños grupos para cazar.
Si se produce un enfrentamiento con enemigos considerables, hace uso de su aguijón con bastante habilidad. Este aguijón inyecta un veneno al que pocas víctimas consiguen sobrevivir.
En general, son seres solitarios y sólo viven con su pareja y sus crías. Forman sus guaridas en las montañas, desde donde dominan los bosques cercanos. A veces colaboran con los dragones malvados.
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