Dios del espacio infinito y pareja de Hehet en la Ogdóada de Hermópolis. Se le representa como hombre con cabeza de rana.

Hay otro Heh venerado en los oásis, que es un genio del tiempo infinito, del aire, de la eternidad; como dios del viento se le identifica con Shu, apareciendo también relacionado con los cuatro pilares que sujetaban el cielo. Se le representa como hombre sentado sobre el símbolo del oro; en sus manos sujeta dos hojas de palmera que simbolizan los millones de años de vida deseables para la especie humana; también puede llevar otra hoja de palmera curvada sobre su cabeza, y los brazos en alto como sujetando el cielo; a partir del Reino Nuevo aparece con frecuencia acompañado de un renacuajo. Se le adoraba en el Bajo Egipto y en el oásis de Dajla.