La etimología de «momia» viene del árabe «mumiya», que significa betún de embalsamara cadáveres, la cual a su vez proviene de la palabra persa mum, que significa «cera». Según las creencias egipcias, tras la muerte, el cuerpo (jat) y el alma se reúnen en el otro mundo, el amenti. Mientras el alma se encuentra en el Más Allá y atraviesa numerosas pruebas, el cuerpo tiene que estar en buen estado para después fundirse con el espíritu.