Y más canciones, ¡que no cesen nunca!

«Loco de la calle». ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? ¿Quién no se ha obsesionado caminando por la calle, pensando en que en cualquier momento te cruzarías con la persona a la que amas?

«Y solo sé que no puedo estar. Si tú te vas, mi casa voy a quemar»
Dos personas que, aunque odien estar solas, se encuentran separadas.
Bonitos toques flamencos. Esta versión pertenece a la de Nuevas Mezclas, la original se encuentra en «Cuando la Pobreza Entra por la Puerta, el Amor Salta por la Ventana».

«Dulces Sueños». Otra canción perteneciente al álbum mencionado antes, y mejorada en «Nuevas Mezclas». Posee varias versiones, pero ésta es la que más me gusta. Hace un gran contraste entre la primera estrofa, en la cual parece no haber esperanza para ella, pero que, tras estar con él, recupera la vitalidad perdida.
«Siempre hay un alba en la que despertar»
¡Siempre hay esperanza!

Son cuatro días.
Un poema soberbio acompañado de una música con un toque de jazz igual de soberbia.
No hay mucho que decir de algo que uno puede escuchar y sentir por sí mismo.
Vibrante y mágica imagen de la noche en la ciudad.

«¿Quién eres tú?»
Y ésta, ¿qué decir de ésta? ¿A quién no le ha vuelto un desconocido loco alguna vez? Esa mujer extraña, que en apenas unos minutos ya nos hace caer rendidos ante ella.
«Y no, yo no estoy loco, aunque tú me lo quieras hacer creer»

«Cuando el mar te tenga», una gran canción filosófica, sobre todo de una filosofía oriental en la que se aprecia y se valora el silencio.
«Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio no lo vayas a decir». Sacado de un proverbio árabe.
«Mejor ser rey de tu silencio, que esclavo de tus palabras» – Shakespeare.

«Caen las estrellas de su manto…»

Otra canción poética que, de la misma forma que «Ya no danzo al son de los tambores», me hizo llorar la primera vez que la escuché.
Es realmente aliviadora, refresca el alma tras haberla mantenido en vilo.

«Cuando las piedras se puedan comer, y ya nadie sea más que nadie, canta por mí si no estoy yo aquí…»
Y, para finalizar mi recopilatorio, pondré:

La canción que más se baila de ellos, ¡y la primera en llegar al millón de visitas en YouTube! (ya casi tres millones)
Es una lástima que arrastrasen a millones de fans antaño y ahora no sean conocidos entre mi joven generación. Pero, oye, quien los descubre, descubre un tesoro.

Me dejo muchas de ellas por el camino, como «Barrio triste», «Músico loco», «En mi pecho», «Lápiz y tinta», «Mar Antiguo», «Las hojas que ríen», «Sin llaves», «Uva de la vieja parra», «Cosas que pasan». Pero yo ya estoy satisfecho con esta recopilación que pocos la habrán seguido por completo.

Y, con todo esto, me despido, habiendo metido aquí varias horas. Podría haberme extendido muchísimo más, y puede que lo haga algún otro día, analizando minuciosamente sus canciones que más calan en mí. Pero, hasta entonces, para vosotros van estas entradas del blog, Quimi y Manolo. Porque unos poetas como vosotros permanecerán en el alma de la humanidad hasta que el ser humano se olvide a sí mismo.

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